Parece que no se conserva ningún retrato de su vida pasado al lienzo o a la pared con pincel y colores.
Pero sí conservamos maravillosas descripciones de muchos que le trataron y depusieron después en vistas al proceso de beatificación.
Quizá sea el más bello y completo el que nos dejó el P. Eliseo de los Mártires. que vivió con él en el Colegio de Baeza. Dice:
"Fue hombre de mediano cuerpo, de rostro grave y venerable, algo moreno y de buena fisonomía; su trato y conversación, apacible, muy espintual y provechoso para los que le oían y comunicaban. Y en esto fue tan singular y proticuo, que los que le trataban, hombres y mujeres, salían espiritualizados, devotos y aficionados a la virtud.
Supo y sintió altamente de la oración y trato con Dios, y a todas las dudas que le proponían acerca de estos puntos, respondía con alteza de sabiduriña, dejando a los que le consultaban muy satisfechos y aprovechados.
Fue amigo de recogimiento y de hablar poco, su risa, poca y muy compuesta.
Cuando reprendía como superior, que lo fue muchas veces, era con dulce severidad. exhortando con amor paternal, y todo con admirable serenidad y gravedad".
Bonito retrato de San Juan de la Cruz. Yo soy muy amiga de los PP.Carmelitas Descalzos, algunos de ellos son amigos de hace años que me han ayuadado a crecer y madurar en un periodo de mi vida en el que me encontre sola y desanimada. Por eso alabo toda su labor junto con San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús.
ResponderEliminarAsí pues adelante con el blog del que recojo muchas enseñanzas sabias e inteligentes.
Un saludo cordial y hasta pronto Tere.